El apiñamiento dental consiste en tener los dientes amontonados, girados o mal colocados debido a la falta de espacio en el hueso maxilar. Esto hace que se dificulte la higiene oral y se acumule el sarro o cálculo, ocasionando un incremento del índice de caries, gingivitis y de enfermedad periodontal; así como también, desgastes dentarios desiguales debido a la mala posición de las piezas.
Las principales causas de apiñamiento pueden ser genéticas, por la pérdida prematura de dientes temporales, por malos hábitos como la succión digital, labial o de objetos y en los adultos es frecuente por la erupción de las muelas del juicio o como recidiva de apiñamiento inferior en casos tratados ortodóncicamente.
Es importante la revisión temprana de los dientes del niño por parte del/de la odontólogo/a y en casos de apiñamiento hay que recurrir al/a la ortodoncista para que realice un estudio del tipo de maloclusión que puede tener y así comenzar lo antes posible a corregir cualquier problema a tiempo. En los casos leves o moderados, se pueden resolver con ortodoncia y en casos más severos se puede requerir la extracción de alguna pieza dental e incluso cirugía.
Luego de un tratamiento con ortodoncia, será
imprescindible utilizar el sistema de retención durante el tiempo que indique el/la ortodoncista para evitar las recidivas.
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